Por todos es sabido que las diferencias entre hombres y mujeres van más allá de lo que nos cuelga entre las piernas. Pues hoy quiero evidenciar una de esas diferencias a modo de consejo.
Un hombre se puede acostar con una mujer si esta le cae bien. Una mujer también, obviamente. Pero el hombre no se acuesta con ella porque le caiga bien, si no porque le gusta. Si no le gustara, el hombre no se la tiraría (evitemos pensar en situaciones donde exista modificación de conducta como efectos del alcohol o drogas). En cambio, una mujer puede acostarse con un hombre que no le guste siempre y cuando le caiga bien.
Ellas son capaces de obviar el físico y quedarse en lo buena persona que eres, lo bien que la tratas y lo especial que la haces sentir. Sí, yo tampoco lo entiendo, pero es así.
Así que amigo lector, desde aquí te recomiendo que no dejes de intentarlo aunque sepas que no le gustas. El dicho de "el que la sigue la consigue" es cierto como la vida misma. Créeme un "no" se puede convertir en un "sí".
1 comentarios:
Eso es mentira!
No conozco ningun caso de esos :O
Publicar un comentario