¿Saben ese típico día que desde que te levantas ya sabes que es una mierda? Nada más abrir los ojos ya sabes que no va a ser un gran día, que lo único que quieres es que pase el tiempo para que sea mañana. Pues ese tipo de día es el que me ha pasado ami hoy.
Me he levantado tarde - y menos mal - porque salí de marcha anoche y pese a no ser una marcha que pasará a los anales de la historia pues acabé lo suficientemente tarde en casa. Esto es irrelevante para la reflexión a la que quiero llegar, pero como todas las historias esta también tiene un comienzo.
El resto del día ha sido un tira y afloja por parte de la vida. Varios amigos me han dicho de salir y me han propuesto planes. He aceptado alguno con mala gana pero dando a entender que no me apetecía salir. Tras varias llamadas inútiles he llegado a la conclusión de que lo mejor es quedarse en casa y que mañana es otro día.
Hasta ahí todo bien. Pero resulta que hay un señor que no me traga mucho. Un señor que vive arriba del todo y se ve que no le caigo bien. Sí, ese señor al que algunos llaman dios. Ese hombre estaba hoy con ganas de jugar conmigo.
Serían las 23.30 más o menos. Yo ya estaba matando el día, dándolo por muerto ya. Pero de repente, se conecta ella. La chica por la que en esta fase de la vida pierdes el culo. ¿Por qué se conecta ella a estas horas si te dijo que iba a salir? Buena pregunta. Tengo que saber la respuesta.
Por un momento pensé que dios es grande, que de verdad existe. Ese momento duró una media hora. Media hora que comenzó cuando me dijo que la habían dejado tirada y que se había quedado con la ganas de salir. Joder, no tienes plan y estás de bajona pero ella te lo pone a huevo para que le digas de salir.
Yo no soy un casanova ni nada por el estilo, pero tengo dos dedos de frente. Obviamente me ofrezco para llevarla de paseo. Tras un largo, muy largo, silencio - en el que casi me como las uñas de los pies - me dice que no sabe. Que no sabe si es buena idea que salgamos los dos solos. Que igual no nos lo pasamos bien o que igual sí, pero que no se atreve.
En ese momento es cuando uno debe retirarse. Que una retirada a tiempo es un victoria. Pero no. Somos hombres cojones, y vamos a morir en el campo de batalla. Insiste un poco más pensé. Yo creo que sí nos lo pasaremos bien, dije. No sé, ya no tengo ganas de salir contestó ella. Fin de la historia.
Por eso amigos, a la 1.10 de la mañana termino de escribir estas líneas. Líneas en las que quiero decirles que estas historias sólo terminan bien en las películas. Si te levantas un día sabiendo que es una mierda de día, acabará siendo una mierda de día. Si por cualquier motivo alguien o algo te da un motivo para creer que el día puede cambiar, créeme, es mentira. Simplemente es dios, el destino, papa noel o como quieran llamarle, jugando porque él también se aburre.
Basado en hechos reales.
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