El otro día salí de marcha, tras unas cuantas semanas en el dique seco, y no sé si es la noche, el alcohol, las mujeres a mi alrededor, o una mezcla de las tres, pero las musas me invadieron y se me ocurrió otra de mis grandes teorías.
Se me ocurrió cuando uno de mis compañeros de fiesta se pasó hablando bastante rato, pero mucho mucho, con una mujer de escaso atractivo. Fui incapaz de comprender que le llamaba a pasar tanto tiempo con dicha fémina. Pasaba la noche y cada vez me encontraba más confundido. Llegué a pensar que igual le gustaba esa mujer. Pero no. Respiré tranquilo.
De pronto, la chica le presenta un grupo de tías increíbles, espectaculares (y él al resto de los que allí estabamos), y así con varios grupos de mujeres a lo largo de la noche. Entonces, entre el cuarto o quinto cubata, me di cuenta. Mi colega tenía un contacto.
Así que a partir de ahora llamaremos contacto a esas mujeres con las que hablamos, siendo amigas o no, para que nos presenten otras mujeres a las que poder pasar al siguiente nivel. Yo ya me lo aprendí y tengo mi contacto, ¿y ustedes?
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