Esto no es un consejo

Hoy no toca. Esta entrada no es interesante. Hoy no. No voy a escribir sobre ningún consejo. Tampoco ninguna curiosidad del youtube o de internet. Ni si quiera una foto de Pilar Rubio. No, hoy no. Hoy voy a hablar de mi vida. Voy a hablar de algo que me ha ido pasando durante un año más o menos. Es algo que no estoy seguro si debo contar, pero hay cosas por las que merece la pena ser valientes, o eso me dijeron. Así que si no te interesa mi vida - lo raro sería que sí interesara - hoy no es un buen día para leerme. Quizás mañana sí, no lo sé.

Hace un año más o menos, un buen amigo mío, D, me dijo de salir de fiesta. Nada raro. La conversación que tuvimos fue algo así:

D: Eh salimos de marcha esta noche no?
Pirolitico Pensante: Sí claro. Además es noche de ligar, que no está A.

A, es nuestro otro compañero de parrandas, y aquella noche no estaba. Y siempre que salimos D y yo, es para ligar, aunque nunca lo consigamos.
Resulta que aquella noche conocí a la chica más especial que he conocido en años. Pero eso es adelantarnos a los acontecimientos.

Salimos de fiesta. A ligar se dijo. Unas cervezas y a hablar con mujeres. Era noche de dos, y ya estabamos entrenados. Jugamos al mítico: ¿Conoces a D? y sin duda hablabamos con chicas. Pero nada, aquella noche no pintaba diferente a las de las demás.
Hasta que, y no sé por qué, le dije a una de las que pasaban por allí: ven que quiero que me confirmes lo que yo siempre le digo a mi colega. ¿Verdad que hay tres preguntas que un hombre nunca le puede decir a una mujer nada más conocer? Las preguntas no son importantes. Pero ella me dio la razón. No sé por qué. Era una tontería lo que le dije, pero ella en lugar de pasar de mi como hubiera hecho cualquier chica, siguió allí. Seguidamente se la presenté a amigo D. Con lo cual, por razones universales que desconozco, me "tocó" quedarme con la amiga.

Sí, con la amiga me "tocó" bailar. Quién lo diría un año después. Ellas iban a otro garito a beber, y claro como dos buenos hombres en busca de algún ligue nos apuntamos. Mi amigo D seguía con la chica y yo con su amiga. Vaya amiga. Unas cervezas en el garito, una buena charla. Es hora de pedirle el móvil y el msn. Ella me lo dio, vaya era una noche de suerte. Unas cervezas y volvimos a la discoteca

Vamos arriba a bailar dijeron ellas, y nosotros que nunca bailamos dijimos, pues vale. Lo que quedaba de noche lo pasamos con ella. No hubo nada, pero conocimos a dos buenas chicas. Las llevamos a su casa, y ahí se terminó aquella noche, sin duda una gran noche, mirandolo ahora.

Una vez tenía su msn, me tocaba conocerla. Ahora tocaba jugar en solitario, sin D y sin amiga. Era complicado, ella se mudaba y no tenía internet, yo por motivos de estudio estaba fuera. Aunque hablamos los días posteriores, nuestras conversaciones no fueron demasiado interesantes. Típicas cosas de las que hablas cuando conoces a alguien. Pero nada, pasaron los meses, y aunque alguna vez hablé con ella, nunca llegamos a conectar demasiado. Luego en diciembre, volví a casa, y en Navidad pude hablar con ella.

Tras varias noches seguidas hablando con ella, conociendola un poco más, me armé de valor y le dije de quedar. No creo que sea el momento, dijo ella. Duro golpe del que muchos no se saben reponer. Pero me dije a mi mismo: Tío, demuestrale que será ella la que te diga de quedar a ti, ya lo verás.

Volvimos a separarnos, y dejamos de hablar por las mismas razones. Hasta el fin de semana del AllStar de la NBA, día 15 de febrero si no recuerdo mal. Ese día pude hablar con ella. Me pasé horas hablando con ella. Ese día me di cuenta de que ella era especial, que era diferente. Que era ese tipo de chicas, que tan poco abundan, que vale la pena.

Semana santa. Momento de volver a intentarlo. Esta vez no me dijo que no. Tampoco quedamos. Simplemente nos vimos en la discoteca donde nos conocimos. Ella no lo sabía, pero yo aquél día creo que empecé a sentir algo. Tras este encuentro, hubieron mensajes al movil pero nada a destacar. La distancia hace complicadas las cosas.

Llegó el verano. Yo llevaba meses deseando verla. Quería quedar con ella. Aunque no hablaramos mucho, para mi ella era diferente que el resto. No quedamos. Por diversos motivos no se dio y tuve que conformarme con hablar con ella por el msn. Horas y horas, momentos mejores y momentos peores. Pero valía la pena. Muchisimo. Valía demasiado la pena.

Cada día que pasaba más agusto me sentía hablando con ella. No hablabamos de nada en especial casi nunca, pero no sé como explicarlo, era algo especial. Me encantaba. Yo me conectaba al msn solo para hablar con ella. Adoraba verla conectada para hablar.
Por fin llegó el día de quedar. Uno de mis mejores días de verano. Quedé con la chica más especial que he conocido nunca. Hablamos de muchas cosas, y aclaramos algunas otras. Todo fue perfecto.

Hoy, ella vuelve a estar lejos. Pero no voy a dejar que la distancia joda lo que hemos conseguido hasta ahora. Tenemos algo que no sé como describirlo. Somos muy buenos amigos, y hablar con ella, ahora mismo, es lo unico que me apetece. Igual no debería estar escribiendo esto, no lo sé. Simplemente quería contarselo a alguien y el elegido fue él, el que nunca se queja, mi blog.

Pd: Te quiero. Jaja. Obviamente es broma, es para darle un poco de humor al asunto, y aprovecho la posdata para decirle a los cabrones de mis amigos que no sea rían de mi, que dos son unos calzonazos y el otro es peor que yo, y el último y más lejano que me queda es un pagafantas.

Pd2: Para el que no pille la broma, "Pd: Te quiero" es una película, que no he visto, así que si me la quieren recomendar ya saben.

Como reflexión final quiero decirles que hoy por hoy tengo algo muy bonito con la chica más maravillosa que he conocido nunca. ¿Gracias a qué? Aunque suene típico, gracias a que he sido yo mismo con ella, gracias a que le he dicho las cosas como las sentía y por supuesto, gracias a ella.

Un saludo delirantes.

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