También conocido como efecto campamento de verano. Dicho efecto se da en la gente que se va a vivir fuera de casa. No me refiero a la gente que se independiza en su propia ciudad, si no esa gente que se va a vivir lejos de casa, a cientos de kilometros.
Todos los que hemos ido a un viaje de fin de curso o un campamento sabemos que durante esa semana/dos semanas que dura dicho viaje, nuestra vida no es nuestra vida real. Experimentamos lo que se llama doble vida. Son momentos de desfases y locuras que en casa no harías, pero al estar a kilometros de nuestro hogar pues las hacemos. Esto es temporal, una vez acaba el viaje o el campamento todo vuelve a la normalidad y todo queda en mera anécdota.
Cuando nos vamos a vivir fuera de casa nos pasa algo parecido, pero más exagerado. Ya no estamos hablando de una semana. Estamos hablando de meses o años. Experimentamos la doble vida durante tanto tiempo que pasa a ser casi tan importante, o más incluso a veces, que nuestra primera vida, en nuestra casa con nuestra familia y amigos, y podemos llegar a confundirnos. Nos alejamos casi tanto de nuestra primera vida que a veces no nos acordamos de que la gente que está en nuestra primera vida sigue igual, exactamente igual que donde lo dejamos.
Entonces, ¿qué pasa? No pasa nada. Es simplemente el efecto viaje de fin curso. Algún día se va. Y probablemente te arrepientas de algunas cosas que has hecho en tu doble vida, pero oye, la vida es para vivirla. Con honestidad o sin ella, tu eliges.
Así que ya sabes, cuando veas a esa gente haciendo locuras que jamás harías tu, ya sea romper farolas o ser infiel repetidas veces. Pregúntate si esa persona es natal de tu ciudad, o si por contra está bajo el efecto viaje de fin curso.
2 comentarios:
diosssss!! no me sonara esto de algo vdd??? ajajjajaj!! conversaciones varias....e inspirado tu mente....
Hombre, igual ayudaste, pero sabes que todo esto yo ya lo pensaba antes de conocerte.
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